lunes, 10 de marzo de 2025

Regreso al antiguo Egipto

Mezclar electricidad y antiguo Egipto es un tabú, aún hoy en día. Aún con la pila de Bagdad robada.

Sucede que hay posibilidades que, al ser contempladas, resuelven otros problemas, ligan otros cabos sueltos y ya se hace difícil renunciar a ellas.

Lo contrario, que es contar el cuento renuncia a atar eso cabos sueltos o con un mal zurcido, al fina es perderse la mitad de la película. Tal vez la especulación y el rigor sean los dos pies con los que ir caminando.

Porque llegar a sugerir que puedan existir “portales” parece resultado de haberse tragado todas las entregas de las crónicas de Narnia y Harry Potter juntas. Pero es que encaja demasiado bien, y tal vez por eso presenta cierto peligro, vía deus ex machina todo se resuelve, pero hay algunas cosas que no se puede resolver si no.

Bastones con cabeza de pterodáctilo, alguna suerte de diplodocus entrelazando sus cuellos… presuntamente extinguidos hace millones de años. Viniendo de otra parte, eso queda explicado más satisfactoriamente que bajo cualquier lectura actual.



En la imagen superior, lo que cualquiera que haya visto el cine del siglo XX reconocerá de inmediato, es un helicóptero. Se diría que un apache, para más señas. Y, en un principio, se puede caer en la tentación de pensar en viajes en el tiempo, algo que en realidad no tiene sentido causal.

Pero de un sombrero de mago parece que pueda salir un poco de todo y eso es también en parte un problema. Sin embargo, veamos donde nos lleva la madriguera de ese conejo.

La conclusión inevitable, siempre que se presuma la veracidad de la imagen, es que en otros lugares ya existía la tecnología que se puede ver representada hace mucho tiempo y simplemente se habría implementado de nuevo en nuestra época. Hemos descubierto la pólvora, vamos. O ni eso, en realidad nos pasaron la chuleta.

Y ahora sí, el momento que todos estaban esperando: pirámides y aliens:


En realidad parecen más bien OVNIs o UFOs, UAPs creo que les llaman ahora en el pentágono.

El clásico platillo volante de los 50, vamos. Y casualmente al lado del mismo símbolo del brazo en las dos imágenes. Mención aparte para la figura que aparece picada a la derecha en la primera imagen, borrada. En cualquier caso también las pareidolias pueden jugar malas pasadas, pero supongo que al menos conviene dejar anotada la posibilidad, sobre todo habiendo visto ya lo visto.

Pero contemplar la existencia de “portales” no sólo resuelve asuntos exóticos, si no otros también en principio más mundanos. Nuestro conocimiento de la física palidece ante las distancias del cosmos. Otra vez otro mar que navegar, más profundo, tridimensional, y más oscuro y más fríamente hostil. Más indiferente. “Debería existir otra manera”.

Cuesta imaginar que las cosas puedan ser de otra manera a como las concebimos. Para nosotros, por ejemplo, la luz eléctrica tiene que ver con un filamento incandescente (luego con un gas ionizado y más tarde con un diodo led). Y cuando vemos la “lámpara de Dendera” encontramos ciertos ecos en ese bulbo con una serpiente dentro, pero se diría que no están representando exactamente lo mismo, más bien parece sugerir un arco eléctrico. Lo cual requiere por cierto mucho más voltaje, del orden de miles de voltios. Claro que ahí no hay filamento que se rompa para poder vender más bombillas, a saber.



Y supongo que es buen momento para abordar el asunto del omnipresente pilar Djed. Esa especie de cilindro con cuatro discos o bloques perpendiculares, a una cierta distancia. No es fácil decir como, pero por los contextos en los que aparece se diría que es una suerte de inductor eléctrico.

No en vano en algo recuerda un condensador, bobina, tal vez ambos. Para trabajar bajo principio que ya deberíamos conocer pero no identificamos en el mero diagrama. La impresión que da es que su relación con la electricidad y su manera de manipularla sería bastante distinta a la nuestra.

Un poco a modo de fuerza bruta, por lo comentado en el artículo anterior sobre la erosión de la esfinge, o aprovechando los recursos tal como los provee el medio sin necesidad de procesado y refinado posterior, visto desde otra perspectiva.

Tampoco parece que hay llegado ninguno hasta nuestros días, más que en forma e representación y en infinidad de bajorrelieves.



Muy vinculado al bastón largo, ese que acaba en dos puntas y queda coronado por la cabeza de un animal, y también al anhk. A veces personalizado, como en la imagen de arriba donde parecen vestirlo o en la de abajo donde aparee con los atributos del faraón, el bastón y el flagelo:



En otros lugares se lo puede ver con figuras en el gesto tan característico de levantar la manos que se traduce literalmente como “no me pegue más, cheñol”. Así que parece que podría hacer daño.

 


Del papel del exacto del ankh sigo en duda a pesar de lo mencionado en alguna mirada anterior, pero parecería apuntar de algún modo también a un funcionamiento eléctrico. Algo que dadas las funciones estimadas en principio, me extraña a mí tanto como a cualquiera, pero cabe recordar que ni siquiera el mecanismo exacto por el que funciona un DIU parece del todo claro. (ver https://opinionincorrecta.blogspot.com/2025/02/la-cabeza-del-pterodactilo-y-la-cruz-de.html )

Visto esto, la idea de generar otros artefactos con grandes cantidades de energía podría parecer algo menos surrealista. Así que, volviendo a esos supuestos “portales”, resolverían otros órdenes de cosas también en otra latitud, desde la anunciación de Juan el bautista a la aparición de Jesús, pasando por la ascensión a los cielos de Mahoma y quizás hasta la escalera de Jacob. Y probablemente algunos detalles de la epopeya de Gilgamesh. Incluso tal vez a qué animal corresponde la cabeza de Seth.

Pero no sólo explica el pasado, explica también en buena medida la situación geopolítica presente. Así que a estas alturas resultaría casi decepcionante encontrar un vacío allí hacia donde apuntan tantas flechas, además de la necesidad de articular nuevas explicaciones, extremo que parece imposible. Por más que alguna parte de los presupuestos planteados pudieran ser debidos a malas interpretaciones, errores, mentiras, estafas o cualquier tipo de imprecisiones, al final la silueta que se dibuja me arriesgo a decir que es inequívoca.







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