martes, 31 de marzo de 2020

Todo mal

El problema que está saliendo a relucir es que toda la estructura económica se ha erigido alrededor de una única meta que es la maximización de beneficios, dejando de lado cualquier otro tipo de consideración. Aquí y en todas partes, y además se ha tenido el valor, o más bien la poca vergüenza,de llamarlo "eficiencia".

Por encima de medio ambiente, derechos humanos, justicia social y la más simple y pura supervivencia y viabilidad de la especie humana. El que siembra vientos recoge tempestades. Y al parecer se acerca una buena cosecha.

De seguir así, evidentemente, no será la última. Hay otras crisis futuras anunciadas mucho más seguras que no dependen de lo avatares de la supuesta zoonosis de un virus. Quizás tengamos suerte si esto supone un toque de atención: estamos haciendo todo mal desde siempre. Lo sorprendente en realidad, si uno se para a pensarlo, es que hayamos llegado tan lejos.