martes, 25 de marzo de 2025

La destrucción de Palmira (Siria)

Escuché la noticia en su momento pero lo cierto es que no le presté demasiada atención, salió en todos los medios: la destrucción de la milenaria ciudad de Palmira, en Siria, a manos del ISIS.

Un tanto, curioso, un poco en la línea que relaciona conflictos bélicos con arqueología, como en Irak. El tema es que estaba viendo imágenes de las ruinas de forma un poco más analítica y al poco me he dado cuenta de que lo que estaba viendo ya no existe.

Esta es una imagen de lo que fue el “templo de Bel” (Baal, de Belcebú, pero no me quiero enredar aún con eso) antes de 2014:

 

Y esto es lo que quedó después

 



Si no fuera por la pérdida de un patrimonio de la humanidad invaluable resultaría más bien cómico.

Y la verdad que no está mal para unos “salavajes extremistas”, bastante limpio, se diría.

El tema es que justamente me hallaba analizando esa fachada, sin la menor idea de que ya no está ahí. Hay algunas noticias extrañas que no he terminado de seguir sobre una reconstrucción el Londres y New york, pero creo que me quedo con la evidencia que quede del original, echemos un vistazo más de cerca.


A estas alturas uno ya ha visto unas pocas piedras pero al ver este caso particular una peculiaridad salta a la vista. Si tuvieran una distribución más heterogénea, o incluso si uno no presta atención, las hendiduras presentes en la fachada parecerían resultado de metralla.

Viendo que coinciden siempre con las juntas de los bloques, esa posibilidad queda automáticamente descartada. Podrían incluso ser algún rasgo particular de la técnica constructiva, pero dada su irregularidad, y aunque hay otros muros que presentan similar condición, también se hallan otros exentos. Luego, no parece causa probable.

La erosión tampoco parece que lo pueda justificar, más bien se diría que el proceso es en cierto modo de dentro afuera. Esta tercera imagen es apropiada porque, abajo a la izquierda se puede observar dos bloques cilíndricos de columna estriada de frente. En ambos se puede observar la ranura que albergaría un alma metálica, y suele ser similar la técnica de unión entre sillares a hueso, mediante cuñas metálicas internas.

Uno puede pensar en alguna suerte de reacción química con la piedra como resultado de filtraciones, aunque lo cierto es que no hay mayor evidencia de ellas. Ni la he observado en otros lugares. Luego, dada la peculiaridad del monumento parece más comprensible que, literalmente, desapareciera. Un poco como la pila del museo de Bagdad.

Ahora bien, ¿qué es lo que estamos viendo? A mi juicio el resultado de calor intentado escapar del interior. Aunque dicho así, sólo habiendo visto esas imágenes, podría parecer un poco precipitado. Una más:


El punto de fusión de la piedra caliza y la arenisca ronda los 1000º. Son temperaturas más propias de un horno que de la combustión al aire libre. Y sorprende más si cabe ver una fila de columnas perfectamente erguidas y otras que se diría han sido dañadas como si hubieran sido hechas con arcilla.

No sé si las columnas de la foto continúan allí, pero viendo el trabajo limpio que se ha hecho borrando la evidencia tengo serias dudas. Ahora, ¿evidencia de qué? Veamos algo más de la zona:

 


En este caso se observan también algo parecido a las hendiduras de antes pero en una sola fila de bloques dando la impresión más bien de troneras, o tal vez con la función se sostener algún aparejo, toldo, etc.

Lo interesante sin embargo está más abajo. Las dos primeras hiladas no parecen tener en realidad mucho que ver con el resto. Se diría que el 80-90% es una reconstrucción, de a saber cuando, tal vez griega o romana. También en el medio aparece algo de cemento, probablemente de época más actual.

 

Volviendo al desaparecido templo de “Bel”, si vemos la parte de atrás observamos otra situación extraña: 


Además la hendiduras que parecieran alguna suerte de “fugas de alivio”, donde cabría esperar encontrar los ornamentados capiteles corintios del entorno o la estructura de la imagen anterior, por ejemplo, observamos una piedras mucho más rudamente trabajadas y se diría que en buena medida deformadas por la erosión, en grado y estilo más similar a lo que hemos visto en las hiladas de la base.

Tampoco los triángulos escalonados que coronan el friso, que se ven también en la primera imagen, parecen estar realmente en su lugar. Y de hecho el friso aparece con mucha mayor erosión que el estriado de las columnas. Lo mismo para las piedras de la base en esta última imagen respecto a las de la fachada.

Lo visto hasta aquí permite afirmar que estamos, sin lugar a dudas, ante una reconstrucción de la época antigua de una obra aún anterior, parecido a lo que se puede observar por ejemplo en el “templo de las mil columnas” en Chichen Itzá y curiosamente con unos elementos de partida que en algo recuerdan a los capiteles:

 


Por lo tanto estaríamos, como mínimo, ante la tercera destrucción de Palmira, aunque esta última más bien de sus restos. También el templo de Adriano en Roma presenta hondas cicatrices que en ese caso sí son resultado de la metralla de la segunda guerra mundial. Es útil por la diferencia en la distribución que denota un origen distinto, a simple vista.

 

Mencionar de paso que el edificio que alberga sus restos sirvió en tiempos como la bolsa de Roma.

De modo similar a como la “casa lloltja mar” fue hasta 1994 sede de la bolsa de Barcelona:


 O de modo análogo a la bolsa de Madrid:

 

Londres…


 O Nueva York, por no buscar más.

 

En en caso de Barcelona, para quien esté familiarizado con la simbología, comentar que el interior cuenta con un precioso suelo ajedrezado:


Pero supongo que esto último da para otro artículo. Volviendo a Palmira y a sus destrucciones, sin mucho más que agregar que lo dispuesto para que cada uno saque sus propias conclusiones, uno no puede dejar de interrogarse sobre la presunta fuente de calor extremo que habría causado algunos de los efectos observados.

Y será imposible no recordar, para quien conozca el caso, aunque muy cuestionado y controvertido, de Mohenjo Daro, en Pakistán. Que si esqueletos radiactivos, que si no, que si arena vitrificada... Nada está claro, por supuesto. Algunos mencionan incluso la posibilidad de armas nucleares.

Quizás no tanto, o no sólo, por lo indicios mencionados, como por el contexto que provee la literatura épica india sobre explosiones “más brillantes que mil soles” con ciertos efectos poco recomendables, que en cierto modo nos resultan familiares respecto a la tecnología mencionada. Y desde luego no es casualidad que el padre de la bomba atómica, Oppenheimer, citara esos mismos textos cuando se autoproclamó “el destructor de mundos” viendo los resultados de su ingenio.

Como tampoco es casualidad que, al ser preguntado en una conferencia en su Rochester natal por un estudiante sobre si la bomba que se hizo estallar en Alamogordo (Trinity) fue la primera, respondiera: "Bueno… sí. En tiempos modernos sí, por supuesto."




lunes, 24 de marzo de 2025

Los aranceles, la palanca del poder y el cuento chino de los tres frijoles

Vamos con un poco de economía, en estos tiempos de guerra arancelaria.

Y a explicar las cosas como son, no como te las han explicado. Brevemente, pero empezando desde el principio.

Y el principio fundamental de la economía es el intercambio, esa debería ser la definición del término. Una produce manzanas otro produce naranjas, y si son un poco listos ambos podrán comer manzanas y naranjas. Mediante la guerra, lo que probablemente consigan es acabar muriendo ambos de hambre.

Así que no, los negocios no deberían ser la guerra, todo lo contrario. Pero aún con las mejores intenciones surgen problemas objetivos. ¿Una naranja por cada manzana? ?¿Y si en vez de naranjas fueran mandarinas? ¿A peso? ¿Por calorías?

No es un asunto sencillo, la verdad. Pero su mayor complejidad reside en ser campo abonado para que hasta las mejores intenciones se tuerzan. Tal vez porque por más que queramos ponernos en los zapatos del otro caminamos con los propios.

La cuestión es que en ese simple intercambio aparece siempre la búsqueda de un “margen”.

Desde aquí subrayar que cualquier margen de ese tipo va en detrimento directo de la otra parte en el intercambio. Luego, no es matemáticamente posible que los dos cierren la operación con dicho margen.

Pero a efectos prácticos, sí que pueden reclamar un precio mayor que el coste de producción. Bienvenidos al libre mercado. Cada uno pone el precio que quiere y será “el mercado” el que acepte o no ese precio y toda la teoría que se deriva. Y en principio, sobre el papel, ni pinta ni mucho menos tan malo como en realidad es.

Y precisamente es malísimo porque en primera instancia no lo parece. Oye, que gane el mejor. Vale, ok.

Ese margen del que hablábamos, que de eso iba el tema, se puede ver como un arancel.

Lo divertido del asunto es que cuando ese arancel es recíproco, se reduce a 0, luego tenemos que hablar de diferencia entre aranceles.

Y ahí es donde surge la pregunta que hay que hacerse: para que el intercambio se produzca, lo que determina el margen o el arancel que pueda poner uno, ha de ser el que la otra parte acepta.

Y parece justo porque, bueno, uno mismo acepta las condiciones, es así de perverso.

Ahora bien, bajo qué circunstancias acepta, es aquí lo determinante y es como el poder, no sólo desbarata cualquier atisbo de justicia en el marco propuesto, es que resulta el medio ideal para la imposición sistemática de sus intereses.

Porque sin naranjas, manzanas y mandarinas se puede vivir, pero sin agua no. Afortunadamente cae del cielo, de momento. Este principio tan fundamental se traduce en nuestra economía en sectores estratégicos, imprescindibles para el normal funcionamiento de la sociedad.

Y es la ley de la palanca, y la palanca en este caso es la necesidad. Y el lado largo de la palanca al final se defiende con la fuerza. Hemos pasado del ideal libre mercado del papel al fascismo distópico de la realidad en menos de lo que canta un gallo.

Energía, alimentación, y sí, hay pugnas etcétera pero al final el comodín es la carta que gana el juego. Y en la economía ese comodín es el dinero. Conceptualmente, y ése el gran error, es la unidad de origen y de destino. Cuando en realidad ni es una cosa ni otra. Y claro, el papel lo dice bien: “medio de intercambio”, pero la realidad nunca se parece demasiado al papel.

Es importante entender como los resortes del poder operan en la economía, u operan la economía, mejor dicho, del mismo modo que hay que comprender los mecanismos de una enfermedad para atajarla. Nunca fue un juego justo, y el hecho de que a estas alturas sigan tratando de darle esa apariencia quizás sea la mejor prueba de ello.

Pero imagínate que a alguien se le ocurriera arrebatarles por la fuerza lo que, a la postre, por la fuerza fue tomado (ni siquiera requiere ser justificado con una propuesta mejor). Eso no les haría ninguna gracia. Claro, ni les caía bien Espartaco. Y ahora sí: Bienvenidos al libre mercado. (De esclavos).

Pero ya lo sabías, lo que no sabías en realidad es cómo. Ni te lo enseñan ni te dejan tiempo para comprenderlo. Al final es algo que va por dentro, basta con ver por ejemplo a Milei unos instantes, no hace falta ni escucharlo: ¿paraíso de libertad o fascismo distópico? Y el que no lo vea tiene un serio problema: el de confundir lobos con corderos.

Tal vez por eso la realidad se explique mejor como un sueño. En éste estaría Milei, frente a un pequeño cuenco con frijoles, arrodillado frente un mesa oriental muy tradicional, a la cabecera, con otros tres comensales.

Agarraría del cuenco un frijol con los palillos y lo depositaría en el plato del primer comensal:

-Habéis hecho un buen trabajo recogiendo estos frijoles.


Tomaría de nuevo el frijol del plato del primer comensal y lo depositaría en el segundo:

-Por lo cual debéis recibir una remuneración justa.


Tomaría el frijol del plato del segundo comensal y lo depositaría en el del tercero:

-Además de un agradecimiento por vuestra labor.


Agarraría el frijol del plato del tercer comensal, se lo introduciría en la boca masticando un poco y proseguiría:

-Y ahora que ya sois pagos, hablemos de cómo vamos a hacer con los tres frijoles que me debéis, mientras comemos.


Y bueno, es lo que pasa con los sueños, y con algunas formas de ver la economía, aparentemente tienen lógica. Son tierras raras, las de los sueños. Casi parece un cuento chino. ¿Tú qué crees que quiere decir?


 

 

El problema de la violencia (El origen de la propiedad privada)

El relato actual nos vienen explicado que la violencia ese acto atroz y deleznable que las sociedades modernas han convenido en censurar.

Sin embargo, si profundizamos algo más en el estudio de las sociedades modernas, pronto advertiremos que lo que las caracteriza es el monopolio del uso de la violencia, centralizado en un estado.

Luego, la violencia mala es sin duda la del otro, por que al final en todas partes es a la fuerza como ahorcan.

Pero es peor todavía. Si uno sigue profundizando comprende que absolutamente todo proviene en primera instancia de la tierra. Cualquier proceso que cualquier ser humano pueda realizar, dígase trabajo, proviene de un modo u otro y se realiza en el territorio.

Y esa distribución, por llamarlo de algún modo, proviene originalmente del derecho por la fuerza. Aún los que creemos en el derecho natural hemos de admitir que el terreno fáctico la realidad es la que es.

Luego, el escenario a través de las generaciones es que aquellos que tomaron la tierra por la fuerza han impulsado la creación de organizaciones sociales (estados) que censuran el único modo por el que ese territorio podría ser realmente distribuido, que es el mismo modo por el que fue obtenido: la violencia.

No es casual que una de las primeras reclamaciones de toda “revolución”, más o menos y “socialista”, en principio, sea la reforma agraria.

Hoy en día la mayoría de personas están tan desconectadas de los procesos naturales que se diría han olvidado hasta que la fruta madura cae de los árboles.

Se podría afirmar que cada árbol de este planeta tiene dueño. Que duda cabe que, como toda propiedad, no es más que un acuerdo plasmado en un papel entre partes auto investidas por una cuestionable legitimidad y que en determinadas circunstancias ese papel sirve mayormente para alimentar hogueras.

Luego, todo el armazón ético-moral con el que dicho sistema pretende erguirse como adalid de la razón y la justicia no es más que una forma refinada del abuso crónico y perpetuo promovido por aquellos que partieron de usa situación de ventaja basada, no en el derecho natural, si no en el derecho de la fuerza.

Lo vemos aún en nuestros días en los lindes de occidente, como Israel desposee sistemáticamente a las gentes de esas tierras de su espacio, casa por casa. Fabricando las excusas pertinentes para justificar ante los ojos profanos lo que es un objetivo último ya previsto con antelación.

Al final las cosas son mucho más sencillas de lo que podría parecer. Basta con observar como las sociedades modernas lidian con el problema de la violencia, injustificada o no. Y eso es, cómo no, con más violencia.

 


 

Lo cierto es que, una vez te han desposeído de cualquier territorio y convertido en una suerte de nómada apátrida que ha de rendir tributo por el mero hecho de pisar el suelo. No es necesaria más violencia explícita. Sólo la defensa de lo conquistado. Y desde esa posición es demasiado fácil denunciar la violencia a la vez que subrepticiamente se practica.

No te van a dar con un garrote en la cabeza, al menos en primera instancia. Pero al final vas a trabajar para el terrateniente. Y, ojo, eso si no te coge ojeriza y decide que tú no vas a trabajar en sus tierras, con lo cual te mata de hambre.

Y esos son lo que censuran la violencia. La del otro, por supuesto. En realidad la practican constantemente. Tal vez sea hora de hacérselo ver, si es necesario, por la fuerza.

La paz social, sin justicia, es una forma de guerra. Así que, sí, estamos en guerra desde que nacimos. Que no lo sepas es, sobre todo, problema tuyo.

Y como cuenta la sabiduría popular, el saco acaba roto, como la baraja y la puta en el río.

Tal vez fuera bueno que alguien fuera pensando como se puede solucionar esto, porque lo cierto es que también se puede solucionar sin pensar.

sábado, 22 de marzo de 2025

Teoría del vacío

Oculto a simple vista. Es una idea que encuentro repetida en diversos lugares últimamente, en principio distantes. Irguiéndose casi como un principio. En diversos lugares incluso dentro de la propia física: ese medio omnipresente para el desplazamiento de la onda electromagnética.

Esa excitación del medio que es el electromagnetismo en sí, la luz. Y el movimiento, como fenómeno aún más fundamental y transversal a todas las fuerzas que observamos de forma inconexa, todavía.

Einstein se marchó sin cerrar la teoría del todo. No volvió a publicar nada después del proyecto Manhattan. Sus razones tendría, sin duda. Un par de buenas razones, por lo menos.

Pero tampoco el inmovilismo parece la solución.

Al final el cambio es la única constante, todo se mueve. Eso es a la postre lo que en física se definiría como energía. Claro que, cuando uno lo mira más de cerca empiezan a aparecer algunos problemas, porque ¿qué es exactamente lo que se mueve? ¿qué es aquello que excita el medio?

DeBroglie propuso su teoría de la onda piloto como explicación a las observaciones cuánticas. Hay incluso representaciones macroscópicas en dos dimensiones: una gota de aceite caminando sobre una superficie que con su desplazamiento traza una onda. Algo parecido a lo que se observa en una cafetera de goteo, como se explicaba en el artículo “la cafetera cuántica”.

Y aunque presenta sus propios problemas, como todas las interpretaciones de la cuántica, es sin duda la que en mi opinión tiene visos de ser más acertada. Pero algo no del todo natural hay en ello porque, si que es cierto que bajo ciertas condiciones (temperatura en el caso de la cafetera, vibración, frecuencia, en el caso del aceite, que vienen a ser lo mismo) se puede aislar una parte del medio hasta constituir un elemento separado, pero no parece que el fenómeno pudiera presentar la persistencia esperada dada la naturaleza de lo que observamos.

Y es realmente difícil dar con lo que realmente se mueve, se me ocurrió, que tal vez porque no sea nada. Una ausencia. Un vacío. Irreductible, se diría. Es la onda piloto, sólo que el piloto aquí es negro.

Luego, cada una de las partículas del universo, o lo que llamamos partículas, son los diferentes fenómenos emergentes de ese vacío desplazándose por un medio en busca de una situación de menor energía potencial, lo cual estaría directamente relacionado con la idea de entropía.

Se postuló que podría ser una cuerda, una brana, la locura de las N dimensiones… Quizás los delfines con sus burbujas en forma de anillo nos lo estuvieran señalando desde siempre. Y gracias por el pescado, quién sabe.

Aunque a mí me gusta pensarlo más como burbujas esféricas, en un principio. Un poco como una coca-cola. Esa chispa de la vida. Y las burbujas de vacío buscan el modo de unirse mientras el medio realmente se opone. Pero al final es la gravedad lo que rige el cosmos. De ahí las estrellas, que fusionan elementos, hasta el punto de inflexión del hierro. Ahí el proceso se revierte, su fusión ya no genera energía, la demanda. La absorbe.

Es ese cambio abrupto, ese umbral el que genera las supernovas y con ellas el resto de elementos aún más pesados, pero no es el fin del ciclo, ni mucho menos. El proceso continúa literalmente en la sombra, como estrella de neutrones. Y, si la masa es suficiente, como agujero negro. Vacío. Energía, masa negativa, puede ser una forma de llamarlo. Un lugar en el espacio donde no hay espacio, una burbuja.

Ya hace años que Nassim Haramein hablaba del protón de Schwarzchild (que nombre más apropiado) planteando la posibilidad de esos diminutos “agujeros negros” en el núcleo atómico. Se podría decir que hablamos de la singularidad, pero es que de singularidad no tiene nada. Más bien sería el origen de absolutamente todo lo que conocemos. Y ha estado siempre ahí, ni siquiera ante nuestro ojos, más aún: en nuestros propios ojos.



La regadera relativista

La frase es de esas que se quedan en la memoria, más cuando la hallas tantas veces repetida:

"Hay soluciones matemáticas en la relatividad que podrían dar lugar a agujeros de gusano."

Y bueno, algunos parece que han trabajado en ello pero lo cierto es que es algo tan exótico y remoto que uno termina por aparcarlo en un cajón poco accesible que pone “por descartar”.

Y si algún día pasas por al lado por algún tema relacionado igual le acabas de dar una vuelta más y terminas por cambiarlo de cajón, con suerte.

El tema es, por otro lado, que no tiene en principio mucho que ver con la física, se refuerza la idea que esas soluciones pudieran tener su expresión en la realidad, más allá de la abstracción matemática.

Y es donde llega el chasco, porque resulta que para los agujeros blancos, la fórmula es la misma que para los agujeros negros, sólo que con el signo de T cambiado. De la T de tiempo. Vamos, que es el la misma “película” (fórmula) del agujero negro pero reproducido marcha atrás, Santaolalla lo explicaba aquí:

https://youtu.be/qPJXDoYlquQ?si=rzy49sswRgCFVZgr&t=646

Y sí, es conocido el asunto de “la flecha del tiempo”, que los procesos pueden funcionar en sentido contrario. Pero no es así como suceden. Aunque pongamos el reloj a girar en sentido inverso sigue aconteciendo hacia el futuro.

Así que lo que tienen es una especie de regadera relativista: tiene una manivela que cuando le das hacia un lado, saca agua. Y, a continuación teorizan algunos, si le das hacia el otro lado tal vez la recoja: “La relatividad lo permite”.

Lo que no sé es si lo permite la termodinámica y la causalidad, en cualquier caso la cara de gilipollas que se te queda no es poca cosa. ¿Es posible que ni siquiera sepan lo que representan sus propias fórmulas? Da para cabrearse un rato.

Sin embargo, aún con el paso en falso, sigo pensando que hay motivos para sopesarlo detenidamente. Sin tener por supuesto que hacer correr el tiempo en sentido inverso. Si pones la película de un agujero marcha atrás por supuesto que expulsa materia en lugar de atraerla.

Así que no, el tiempo no puede ser negativo, para este cometido. En todo caso, para preservar las relaciones entre las partes, lo que debería invertirse es el signo del resto de elementos de la ecuación. Está por ver con qué implicaciones, igual cuando se me pase el chasco le intento echar un ojo más.

Mientras tanto se ruega encarecidamente que no intenten usar la regadera relativista en reversa. Yo no me atrevería ni siquiera a insinuar que pueda funcionar de ese modo.

 


Cuando te crees que lo has entendido todo

Así se titula el video que motiva estas líneas: https://youtu.be/AgavWDZzNXI?si=MtkooQ_QmhXw9PH4

Supongo puede resultar hasta cómico, pero lo cierto es que me llega a hervir un poquito la sangre.

En especial cuando dice que según Laplace con toda la información de un sistema y conociendo las normas que lo regulan se puede predecir su desarrollo. Para luego pasar a afirmar que hay fenómenos "aleatorios". ¿Y cómo define esa aleatoriedad? Como falta de información. Pues apaga y vámonos, no has refutado nada.

Pero espera, porque luego habla de fenómenos "intrínsecamente aleatorios", lo que a la postre no es más que adherirse al principio de incertidumbre de Heisenberg. Que no es más que una interpretación y teniendo en cuenta el papel histórico que jugó el caballero, en fin. Que puede que no sea la interpretación correcta.

Una frase que leí hace poco no sé donde y me pareció interesante es que "ningún problema puede resolverse desde el nivel de conciencia en el que se ha creado".

Afortunadamente, contamos con un cierto acervo de puntos de vista muy dispares para poder enfrentar en las mejores condiciones posibles los diversos problemas.

No voy a entrar en la fórmula que menciona (F=ma) porque no me parece una aproximación correcta. Pero sin duda hay otras más clarificadoras:

Segunda ley de Newton

p=mv (momento = masa x velocidad)

Ley de Ohm

v=ri (voltaje= resistencia x intensidad)

La segunda ley de Newton no expresa otra cosa diferente a la ley de Ohm.

Empezando por el final, puede sorprender ver el amperio (que mide la intensidad de corriente) equiparado a una velocidad. Si se revisa la definición de amperio, rápido se ve que en realidad es una tasa, en este caso por segundo.

Que la masa tiene una relación directa con la resistencia, en el sentido más literal del término parece mucho más obvio. En realidad la resistencia se hallaría en el medio, ese que según el paradigma actual no existe ya que el electromagnetismo se desplaza por el vacío (¡ja!), pero por simplificar.

En cuanto al voltaje, esa “diferencia de potencial”, que a la postre es una suerte de “cantidad de empuje”, encaja perfectamente con la noción de momento de Newton.

Tal vez si algunos hubieran escuchado a Faraday cuando predijo la unificación de fuerzas se hubiera comprendido ya que todo es cinética (y con acento de Sudamérica también, "sin ética") y tal vez mejor nos iría. Sobre algunos comentarios del video: un respeto por las bellas artes, que desde cierto punto de vista, la ciencia es otra más.

Pero podemos seguir un poco más, ¿que hay de la relatividad?

e= mc² (energía = masa x velocidad luz ²)

Nos vuelve a recordar a la ley de Ohm, que se puede presentar de esta manera menos habitual:

p= ri² (potencia = resistencia x intensidad ²)

Otra vez la masa como resistencia, con las precauciones ya mencionadas, la energía como potencia, o sea, en ambos casos el total de “fuerza”(ojo con las comillas) desarrollada en cualquiera de sus expresiones.

Y la intensidad de nuevo como velocidad (sí, el amperio es una unidad de "velocidad"). Que en el caso de la relatividad se esté definiendo como velocidad luz es descriptivo de las características del sistema físico de estudio.

En el caso de la ley de Ohm, podemos modificar las relaciones entre los elementos a nuestro antojo modificando las propiedades del sistema.

Lo vuelvo a decir:

Sólo hay cinética (movimiento) y todas las fuerzas observadas en la naturaleza quedan subsumidas en ella.

Y otro día, si eso, hablamos de qué es lo que se mueve, que sin duda es una pregunta no menos interesante.

 


 

viernes, 21 de marzo de 2025

La mano negra de nacional-sionismo

A veces, por lo general, se diría que siempre, la verdad está delante de nuestros ojos. Y es precisamente por haber estado siempre ahí por lo que puede pasar más inadvertida.

Hace ya más de 40 años, en 1984, Mahmoud Abbas (presidente de la autoridad palestina) denunció los lazos históricos entre sionismo y nazismo en su obra “The other side: The Connection between the Nazis and the Leaders of the Zionist Movement 1933–1945 ” que por supuesto ha sido tildada de antisemita. Eso último difícilmente podría sorprender a nadie, también de “negacionista del holocausto”.

Aunque lo cierto es que el sionismo no lo conforman semitas y la cuestión no es negar el holocausto, muy al contrario, es identificar a sus últimos responsables.

Con la mayor perspectiva que ofrece la distancia del tiempo se hace más evidente como el proyecto de Israel ha sido ensamblado y sus objetivos últimos.

Un recurso inteligente que se observa en las artes marciales es utilizar la fuerza del adversario contra él mismo. Lo suelo citar porque estratégicamente es el recurso más eficiente. Y qué duda cabe que el rechazo contra los judíos, más justificado o menos, no es que no tuviera en la Alemania del siglo XX su génesis, es que parece una constante a lo largo de la historia de Europa.

Ésa es en parte una de las razones con las que se trata de justificar la creación de Israel aunque lo cierto es que bien tuvieron la capacidad de adquirir posiciones relevantes en esas sociedades. Muchas veces la causa de la muerte es el propio éxito. Etimológicamente son incluso sinónimos (exitus).

Muy parecido a lo que se sucede con los templarios, que de ser la “Orden de los pobres compañeros de cristo y el templo de Salomón” pasan a ser acreedores de la mitad de las monarquías europeas. Y con prácticas idénticas, pero no es el tema central aquí.

El tema es, por ejemplo, que ya hace tiempo que se discute si Heisenberg, el responsable del proyecto atómico nazi, tenía capacidad para desarrollar armas nucleares. Algunas tesis sostienen que jugó un papel de bloqueo.

Y, si atendemos a la tesis planteada por Abbas, la de la relación de sionismo y nazismo, podemos añadir otro punto de vista a la cuestión.

La idea general encaja demasiado bien, si uno quisiera “restablecer” el Israel bíblico necesitaría una masa importante de personas. Y las cruzadas terminaron porque la gente, por lo general, está mejor en su casa.

Claro que, si aprovechando el sustrato de odio de la Alemania de entreguerras, la humillación , la hiperinflación, se sembrara la semilla de antisemitismo (antijudaísmo en realidad, o tel vez bastara con regarla y abonarla), y se sacara a la gente de sus casas para llevarlas a campos de concentración, luego sería mucho más fácil liberarlas en su “tierra prometida”.

Al menos a una parte. Otra parte debería servir para justificar la atrocidad que tales desplazamientos implican de cara a la población autóctona de la región que los ha de recibir. Es lo que conocemos con holocausto o en hebreo la Shoá.

Y es así como en 1948 se consigue el beneplácito de la comunidad internacional para un proyecto largamente perseguido: la “refundación” de Israel.

Por obra y gracia del sionismo… y el nazismo.

Si la historia hubiera sido realmente como aquí se relata, hubieran sido necesarias, cuanto menos, personas en lugares clave dirigiendo la situación hacia los objetivos fijados: desplazamientos y exterminio.

Y claro, así a bote pronto, no tiene mucho sentido encontrar a sionistas judíos entre nazis furibundos partidarios de su exterminio. Si embargo, como responsable del programa nuclear nazi encontramos lo que es sin sin lugar a dudas un apellido hebreo: Heisen-berg.

Y no sólo eso, Eich-mann juega un papel crucial en lo que se conoce como “solución final”.

Huido a Argentina (qué duda cabe que la pista Argentina es buena) y posteriormente capturado por el Mossad y ejecutado en Israel.

Entonces, dada la “misión” tan especial que llevaron a cabo entre Eichmann y otros, es fácil entender como pudo prevalecer ante las sospechas: promoviendo primero los desplazamiento y luego el exterminio. Promoviendo la confrontación.

En 1937 ya con cierta fama de “especialista en asuntos judíos” dentro del partido nazi, redacta un informe en que declara al judaísmo como “eterno enemigo del nacionalsocialismo”, propone la desjudeización de Alemania y afirma que sólo se podrá llevar a cabo mediante pogromos. Encaja como un guante.

Las dudas podrán aparecer sobre fechas más postreras. ¿En qué niveles del Mossad se conoce esta información? ¿Fue una pieza sacrificada una vez había cumplido su función y fue realmente ejecutado en Israel en 1961?

Otra pieza interesante aquí es el papel de la iglesia católica ayudando escapar a algunas figuras clave. No hay que perder de vista que, este colectivo, equivocado o no, cree dar cumplimiento a la profecía de Daniel y por lo tanto a la reconstrucción del templo en Jerusalén. Luego, sus planes son tan públicos como los de aquellos que los exponemos. No en vano, según se cuenta, las últimas palabras de la última declaración de Eichmann fueron “muero creyendo en dios”.

Y bueno, qué duda cabe que el número asombra del modo más espeluznante posible, sólo hasta que uno ve las imágenes: el propio Eichman en declaraciones de 1945, según el tribunal que le juzgó, se habría atribuido 5 millones de muertes. Como “arquitecto de la solución final” sus cifras deberían ser razonablemente buenas. Luego se habla de 6 millones, lo que vendría a dar cuenta lo que se conoce como “el millón perdido”. En realidad el balance final es lo de menos.

Lo revelador es el plan que ha trazado el destino de la Europa del siglo XX y también del mundo, y también del XXI. A nadie puede sorprenderle ahora el hecho de que Zelensky sea judío, sionista de hecho, ni  toda esa simbología nazi que se ha visto en Ucrania.

Y tal vez Israel como proyecto pudiera tener, no una justificación, pero sí un vínculo con el relato histórico que nos ha sido legado a través de las religiones, pero ¿Crimea? Sus mentiras son cada vez más insostenibles y la mano negra que incendió la Europa del siglo pasado queda cada vez más expuesta.

Lo que ya no es tan público es la ejecución formal de Eichmann, ni siquiera su tumba, anónima, que estaría en la prisión de Ramla, cerca de la frontera con Egipto. No parece que haya posibilidad de recurrir al ADN para salir de dudas. Algo parecido con el caso de Hitler. Quién sabe.

Lo que parece claro es que el proyecto de la Alemania nazi, para terminar de cumplir su función, debía desaparecer. Ahora tiene más sentido la apertura del frente oriental que nunca terminó de encajar ni a los propios generales de Hitler que la llevaron a cabo. No habría sido por las peregrinas ideas sobre el petróleo de los Urales que se suelen proponer.

Desaparece la “marca”, el símbolo. Los autores intelectuales sin embargo ven sus objetivos cumplidos legando lo que sin duda es un proyecto de generaciones. Asestando además un golpe definitivo a todo el antijudaísmo centroeuropeo como traca final y silenciando cualquier crítica durante décadas so pena de ser catalogado como lo que ellos en realidad son: nazis. Que se valen sin dudarlo del genocidio incluso de su propia gente para la consecución de sus objetivos. Pero en realidad ni eso, no es la noción de nazis que solemos manejar. Ni siquiera hay odio en el trasfondo de tales planes, hay una suerte de frialdad psicopática todavía mucho más repulsiva.

 









 

 

 

 

lunes, 10 de marzo de 2025

El poder del lado oscuro

Ya hace unos cuantos años que Alcubierre imaginó cómo podría ser un “motor de curvatura” que pudiera doblegar el mismo tejido del espacio-tiempo para superar la aparente limitación de la velocidad de la luz, según la relatividad. Se le conoce como motor WARP y también creo que otros han publicado algunos papers sobre el tema.

El problema es que aparece una dificultad que se considera hoy insalvable: se requiere energía negativa. Y sin tener siquiera una buena definición en nuestro marco teórico de lo que la energía es, parece una aproximación complicada.

Sabemos cuantificarla, energía es por ejemplo la masa por la velocidad de la luz al cuadrado, según Einstein. Pero eso queda mu lejos en realidad de comprenderla y definirla para poder imaginar cual sería su opuesto.

Dicho así, como “energía oscura”, lo cierto es que según el modelo estándar debería haber a patadas en algún lugar. Es lo que sostiene la tesis de la expansión acelerada del universo. O en todo caso al revés, es esa expansión acelerada la que necesita que tres cuartas partes del total de la energía fueran esa suerte de “energía oscura”. Ese algo que presuntamente "tira" del universo generando su expansión.

Si bien no me encuentro entre los que apoyan esas ideas a pies juntillas, ya que me parece que hay dudas razonables sobre el efecto Doppler relativista y por lo tanto sobre la interpretación correcta del corrimiento al rojo que observó Hubble, como vengo comentando ya hace tiempo, tal vez no sea óbice para encontrar esa energía oscura.

Puede que no sea tan difícil pero podría requerir un cambio del paradigma fundamental del que el conocimiento actual parte. Y es que, tal vez, como en la ficción, hallamos estado engañados desde el principio y las cosas no sean exactamente como nos contaron.

Hay por su puesto enormes diferencias entre la ficción y la realidad. Aquí hablamos de energía y en la gran pantalla hablaban de fuerza. La definición podría ser bastante parecida, eso que nos circunda y empapa todo nuestro alrededor, que entra y sale de nosotros mismos. Eso que a la postre es movimiento, cinética, vibración, como lo son todas la fuerzas que la ciencia a identificado sin terminar de entender como se relacionan entre ellas.

Y es que, si acertamos a interpretar que algo se mueve, y lo percibimos como energía, lo que nos faltaría es comprender qué es lo que se mueve. Y aquí es donde cabría afirmar que la verdad se nos ha negado, porque no es ni mucho menos un planteamiento nuevo. Por lo dicho hasta aquí lo hemos oído hasta con la boca llena de palomitas.

Pero empecemos desde el plano más práctico para exponer la confusión. Sabemos que los peces viven en en agua. Bien. Incluso sabemos que nosotros vivimos en la atmósfera y que existe una presión atmosférica, resultado se suele decir, de la presión que ejerce la “imaginaria” columna de gases sobre nuestras cabezas. Así, a mayor altura, menor presión atmosférica. Perfecto.

Hasta aquí, sin entrar en los detalles, no se puede decir que la idea sea difícil. Sigamos pues comentado por ejemplo que, para determinadas funciones, (por ejemplo la preservación de alimentos) los gases de la atmósfera pueden resultar inapropiados. El envasado al vacío consiste en retirar los gases de un recipiente dado.

Es el camino opuesto al que hacen las cámaras hiperbáricas, que aumentan la presión. En un campana de vacío se va succionado el gas hasta que decimos que el contenido de ese recipiente, o esa campana en un entorno de laboratorio, queda vacía, con un nivel de vacío en función de la características del equipo. En términos ideales, a presión absoluta cero.

Y pontificamos al teorizar: no pude existir una presión absoluta menor a 0. ¿Por qué? Pues porque ese recipiente ya está vacío, y más vacío no puede estar, dicen. Y como hablamos de presión atmosférica, o sea, gas... Claro que, ese extremo es fácil de refutar. El recipiente “vacío” puede ser iluminado. Luego, alguna diferencia habrá en su contenido ya sea que lo atraviesa la luz, o no.

¿Está más vacío el recipiente si apagamos las luces? Aquí es cuando la charla se pone interesante, porque la teoría actual dicta que la interacción electromagnética que es la luz se desplaza por el vacío. Desde luego no se desplaza por un gas ya que ya lo habríamos retirado todo y la luz sigue transitando el interior del recipiente. (No así el calor o su transmisión, como se puede experimentar con diferentes grados de vacío en un radiómetro de Crookes).

De lo que no cabe ninguna duda es que no es lo mismo tener una bombilla apagada que encendida, por muy vacía de gases que esté en ambos casos. Pasa un poco parecido a la cuestión del vaso que siempre está lleno, del todo: parte con líquido, parte con gas. Solemos reparar sólo en el líquido, tal vez por la cosa de que es lo que vemos.

Pero es que si quitamos todo el líquido y todo el gas, el vaso sigue lleno. Y sigue lleno aunque apaguemos la luz: de oscuridad. Claro que, bajo nuestro punto de vista, esa oscuridad define una ausencia. Pero bien podría no ser así y tratarse del estado natural de un campo cuando no resulta excitado, situación de la que resultaría el fenómeno lumínico.

Por lo tanto, interactuamos con ese campo constantemente, más que con el agua y la atmósfera, es aquello más omnipresente que el propio aire que respiramos: el tejido mismo del espacio. Así que, bajo esta interpretación alternativa, lo que tenemos es un recipiente lleno de espacio, iluminado o no.

¿Podríamos vaciar aún más el recipiente, después de apagada la luz? Bien, aquí es donde empieza ese “lado oscuro”, más allá de la oscuridad, ese reverso tenebroso de la fuerza, esa energía negativa, esa energía oscura, esa energía del vacío.

En artículos anteriores se propuso que el magnetismo deforma el propio tejido del espacio, crea focos de atracción o repulsión, que es lo mismo que expandirlo o contraerlo, "bajo cierto punto de vista".

De hecho, según la relatividad, la luz sigue los caminos que traza la curvatura del espacio por el que transita, como resultado de la interacción gravitatoria. También se ha propuesto a la gravedad como resultado de una auto cancelación parcial que implicaría los campos magnéticos que desarrollan los átomos individuales así como su interacción con otros, como por ejemplo el de la tierra.

Así que, tal vez no podamos deshacernos del omnipresente espacio pero quizás sí podamos apartarlo de un punto determinado mediante esa curvatura. La relatividad parece que lo permite. Alcubierre venía a plantear un mecanismo donde la “nave” se hallaría tras un foco de atracción y por delante de un foco de repulsión, algo parecido, no conozco el detalle. Y la atracción sabemos que es resultado de la gravedad, energía, pero la repulsión, lo que fuera esa energía oscura o negativa, no está tan claro.

Ahora bien, si pensamos que toda nuestra experiencia se desarrolla en el medio que es el espacio y nunca fuera de éste, es razonable esperar una repulsión significativa si quisiéramos situarnos en él (¿O sería una atracción?). De hecho parece una contradicción en los términos que tal cosa fuera posible.

Y aún más, probablemente no fuera ni deseable. Sin embargo tal vez se pudiera crear una burbuja de espacio desconectada del resto por una capa de vacío que anulara las “fricciones” propias del desplazamiento: la necesidad de empuje para cambiar de posición.

En teoría el vacío no debería encontrar ninguna resistencia al desplazamiento: no hay contra qué ejercerla. Y naturalmente se debería garantizar una cantidad de espacio en el interior si es que queremos usarlo como medio de locomoción.

Volviendo al símil con la ficción, Yoda era, con perdón, un cobarde. Nadie dice que no tuviera buenas razones para ello. Pero no debería extrañarnos tanto habiéndolo encontrado oculto en un inhóspito pantano, decía: el miedo lleva al lado oscuro, pero nos mintió, como Obi Wan: el miedo es lo que lleva a evitar ese lado oscuro y a la negativa a explorar sus caminos, es una declaración de sus propias limitaciones. Y ya cada cual juzgará cuanto de razonables son, o no.

Qué duda cabe que todo implica peligros, pero no son nunca resultado del conocimiento si no de su aplicación, seguramente cuestionable. Y claro, si pudiéramos crear esas burbujas tal vez tendríamos ingenios que se desplazan como “desde otra dimensión”, que en vez de trazar giros aerodinámicos en una atmósfera, tal vez puedan maniobrar sin experimentar los rigores de la inercia, más que los propios del pequeño espacio en el interior de la burbuja de vacío propuesta.

Es posible que a alguien le suene la descripción anterior, en el Pentágono por ejemplo, cuando ven luces que no parecen comprender. Y esa es la energía negativa, si la positiva es campo y materia, que es una perturbación de ese campo, a la postre, la energía oscura se propone como la ausencia de ese campo.

Seguramente en fenómenos como la capilaridad, también relacionada con la tensión superficial y el efecto casimir podamos encontrar reflejados los principios de la propuesta energía.

Y como decía, sin estar especialmente adherido a la tesis de expansión acelerada, la propuesta actual tal vez no tenga vocación de explicar esa energía oscura del escenario planteado, pero sin duda lo aquí expuesto debería ser tenido en consideración.

Por otra parte, se presenta una aparente contradicción entre atracción y repulsión. Y es que al final son un mismo fenómeno mirado desde puntos de vista opuestos. Asumiendo que el medio electromagnético tendría características análogas al medio líquido o gaseoso, es de esperar una cierta presión con “voluntad” de “llenar” ese vacío. O más bien de expulsarlo hacia otra situación de menor energía potencial, aunque seguramente aún habrá que darle vueltas al asunto, ver qué relación tiene con las soluciones de agujero de gusano en la relatividad y como termina de encajar con todo, pero el principio quedaría establecido. Así que Alcubierre y el resto ya saben donde podrían encontrar su “energía negativa”.

Tal vez Vader al final tuviera razón y hemos, no sólo subestimado, si no ignorado el poder del reverso tenebroso de la fuerza: “No conoces el poder del lado oscuro”. Y bueno, en eso en concreto no se le puede llevar la contraria. Al final, paradójicamente, fue el único que dijo verdad.






Regreso al antiguo Egipto

Mezclar electricidad y antiguo Egipto es un tabú, aún hoy en día. Aún con la pila de Bagdad robada.

Sucede que hay posibilidades que, al ser contempladas, resuelven otros problemas, ligan otros cabos sueltos y ya se hace difícil renunciar a ellas.

Lo contrario, que es contar el cuento renuncia a atar eso cabos sueltos o con un mal zurcido, al fina es perderse la mitad de la película. Tal vez la especulación y el rigor sean los dos pies con los que ir caminando.

Porque llegar a sugerir que puedan existir “portales” parece resultado de haberse tragado todas las entregas de las crónicas de Narnia y Harry Potter juntas. Pero es que encaja demasiado bien, y tal vez por eso presenta cierto peligro, vía deus ex machina todo se resuelve, pero hay algunas cosas que no se puede resolver si no.

Bastones con cabeza de pterodáctilo, alguna suerte de diplodocus entrelazando sus cuellos… presuntamente extinguidos hace millones de años. Viniendo de otra parte, eso queda explicado más satisfactoriamente que bajo cualquier lectura actual.



En la imagen superior, lo que cualquiera que haya visto el cine del siglo XX reconocerá de inmediato, es un helicóptero. Se diría que un apache, para más señas. Y, en un principio, se puede caer en la tentación de pensar en viajes en el tiempo, algo que en realidad no tiene sentido causal.

Pero de un sombrero de mago parece que pueda salir un poco de todo y eso es también en parte un problema. Sin embargo, veamos donde nos lleva la madriguera de ese conejo.

La conclusión inevitable, siempre que se presuma la veracidad de la imagen, es que en otros lugares ya existía la tecnología que se puede ver representada hace mucho tiempo y simplemente se habría implementado de nuevo en nuestra época. Hemos descubierto la pólvora, vamos. O ni eso, en realidad nos pasaron la chuleta.

Y ahora sí, el momento que todos estaban esperando: pirámides y aliens:


En realidad parecen más bien OVNIs o UFOs, UAPs creo que les llaman ahora en el pentágono.

El clásico platillo volante de los 50, vamos. Y casualmente al lado del mismo símbolo del brazo en las dos imágenes. Mención aparte para la figura que aparece picada a la derecha en la primera imagen, borrada. En cualquier caso también las pareidolias pueden jugar malas pasadas, pero supongo que al menos conviene dejar anotada la posibilidad, sobre todo habiendo visto ya lo visto.

Pero contemplar la existencia de “portales” no sólo resuelve asuntos exóticos, si no otros también en principio más mundanos. Nuestro conocimiento de la física palidece ante las distancias del cosmos. Otra vez otro mar que navegar, más profundo, tridimensional, y más oscuro y más fríamente hostil. Más indiferente. “Debería existir otra manera”.

Cuesta imaginar que las cosas puedan ser de otra manera a como las concebimos. Para nosotros, por ejemplo, la luz eléctrica tiene que ver con un filamento incandescente (luego con un gas ionizado y más tarde con un diodo led). Y cuando vemos la “lámpara de Dendera” encontramos ciertos ecos en ese bulbo con una serpiente dentro, pero se diría que no están representando exactamente lo mismo, más bien parece sugerir un arco eléctrico. Lo cual requiere por cierto mucho más voltaje, del orden de miles de voltios. Claro que ahí no hay filamento que se rompa para poder vender más bombillas, a saber.



Y supongo que es buen momento para abordar el asunto del omnipresente pilar Djed. Esa especie de cilindro con cuatro discos o bloques perpendiculares, a una cierta distancia. No es fácil decir como, pero por los contextos en los que aparece se diría que es una suerte de inductor eléctrico.

No en vano en algo recuerda un condensador, bobina, tal vez ambos. Para trabajar bajo principio que ya deberíamos conocer pero no identificamos en el mero diagrama. La impresión que da es que su relación con la electricidad y su manera de manipularla sería bastante distinta a la nuestra.

Un poco a modo de fuerza bruta, por lo comentado en el artículo anterior sobre la erosión de la esfinge, o aprovechando los recursos tal como los provee el medio sin necesidad de procesado y refinado posterior, visto desde otra perspectiva.

Tampoco parece que hay llegado ninguno hasta nuestros días, más que en forma e representación y en infinidad de bajorrelieves.



Muy vinculado al bastón largo, ese que acaba en dos puntas y queda coronado por la cabeza de un animal, y también al anhk. A veces personalizado, como en la imagen de arriba donde parecen vestirlo o en la de abajo donde aparee con los atributos del faraón, el bastón y el flagelo:



En otros lugares se lo puede ver con figuras en el gesto tan característico de levantar la manos que se traduce literalmente como “no me pegue más, cheñol”. Así que parece que podría hacer daño.

 


Del papel del exacto del ankh sigo en duda a pesar de lo mencionado en alguna mirada anterior, pero parecería apuntar de algún modo también a un funcionamiento eléctrico. Algo que dadas las funciones estimadas en principio, me extraña a mí tanto como a cualquiera, pero cabe recordar que ni siquiera el mecanismo exacto por el que funciona un DIU parece del todo claro. (ver https://opinionincorrecta.blogspot.com/2025/02/la-cabeza-del-pterodactilo-y-la-cruz-de.html )

Visto esto, la idea de generar otros artefactos con grandes cantidades de energía podría parecer algo menos surrealista. Así que, volviendo a esos supuestos “portales”, resolverían otros órdenes de cosas también en otra latitud, desde la anunciación de Juan el bautista a la aparición de Jesús, pasando por la ascensión a los cielos de Mahoma y quizás hasta la escalera de Jacob. Y probablemente algunos detalles de la epopeya de Gilgamesh. Incluso tal vez a qué animal corresponde la cabeza de Seth.

Pero no sólo explica el pasado, explica también en buena medida la situación geopolítica presente. Así que a estas alturas resultaría casi decepcionante encontrar un vacío allí hacia donde apuntan tantas flechas, además de la necesidad de articular nuevas explicaciones, extremo que parece imposible. Por más que alguna parte de los presupuestos planteados pudieran ser debidos a malas interpretaciones, errores, mentiras, estafas o cualquier tipo de imprecisiones, al final la silueta que se dibuja me arriesgo a decir que es inequívoca.







La erosión de la esfinge

 

La cosa empieza, o quizás más bien termina, con esta imagen:

 


Pero antes de señalar donde hay que mirar recapitulemos un poco. Ya hace muchos años que Robert M Schoch planteaba que la erosión observada en la esfinge no correspondía con la datación de la egiptología. Señalaba sobre todo profundas líneas verticales, que serían características de la erosión fluvial, en el recinto en que se halla encajonada la esfinge, esa suerte de “piscina”.

Siendo la observación muy válida, y aún compartiendo las impresiones sobre esa mayor antigüedad, siempre me pareció que podría haber otras explicaciones. Ha sido en tiempos más recientes cuando se han empezado a contemplar posibles canalizaciones del Nilo, hay incluso un trabajo que sostiene que la gran pirámide de Keops podría haber tenido la función de una bomba de ariete, y lo que parece claro es que el agua tuvo un papel fundamental en el complejo, que hoy queda tan asociado a los tonos sepia de las arenas.

Sin embargo, más allá de las paredes de la piscina, el propio cuerpo de la esfinge tiene unas marcas de erosión horizontales terribles. Estas se suelen explicar con la suma del viento y la arena, claro que, teniendo en cuenta que Napoleón se la encontró enterrada hasta el cuello, debieron ser vientos y arenas mucho más antiguos.

Y viendo la imagen, donde se ve una disparidad tan grande entre la erosión sufrida por los elementos de piedra calcárea y de granito, más allá del cuerpo de la esfinge y a pesar de la muy diferente dureza, se me ha antojado algo excesivo.

Sí, el granito es mucho más duro, más del doble en la escala de Mohs (3 contra 7 o 7,5), pero es que no es que presente menor grado de erosión, es que se diría que no presenta apenas ninguna mientras la calcita está realmente muy dañada.

Y el silicio de la arena, 7 en la escala de Mohs, en principio está en posición de arañar ambos. De hecho se piensa que se utilizaba arena para los cortes, pero eso ya es otra discusión, porque si no lo puede erosionar a ver cómo lo cortaban.

En base a un contexto adquirido tras el análisis otros elementos (no en vano la imagen proviene de este video: https://youtu.be/PS1azzN0b-I?si=bHUnRRCNNjM93iTG ) y a algunas experiencias en química casera, se me ha pasado por la cabeza la “absurda” idea de que tal vez no sea erosión. Al margen de la cuestión de las dataciones.

Si lo que vemos es una erosión tan selectiva, a lo que recuerda es al fenómeno de reducción-oxidación: redox- Y eso sí que se puede comer un material, en principio metales, hasta hacerlo desaparecer por completo. Y sucede de forma en realidad tan espontánea como la oxidación, es el fenómeno en en que se basaba la malograda pila de Bagdad que se perdió con la invasión Irak y el saqueo de su museo y que más tarde redescubriría Volta.

Muy resumidamente, un metal transfiere electrones a otro en función de sus respectivos “potenciales de reducción”, (dadas las diferentes características físico-químicas de ambos) a través de un medio llamado electrolito, proceso por el cual se genera corriente eléctrica. Eso es una pila, de las del mando a distancia todavía, sí.

Ahora bien, para que la reacción sea eficiente lo más normal es trabajar con metales puros. Y no se les concede a los egipcios mucha pericia en ese sentido. Lo que sí vamos a encontrar es calcita y granito por todas partes. Y si revisamos la composición de ambos minerales, vamos a encontrar entre otros, calcio y silicio, con muy diferentes potenciales de reducción.

Desde luego la reacción estaría lejos de lo que hoy consideramos eficiente, pero dado el tamaño de los electrodos, que habrían sido enormes bloques de piedra, el concepto cambia.

Luego está el tema del electrolito. Evidencia de que se trabajaba el oro abunda, raro sería que no conocieran el agua regia (ácido clorhídrico y nítrico) que es de sus pocos solventes.

Pero aún prescindiendo de ácidos fuertes, se puede producir ácido cítrico con la mera fermentación de naranjas y limones, por ejemplo. Y fermentar uva, desde luego sí sabían. De hecho la teoría sobre la pila de bagdad es que habría funcionado con jugo de uva como electrolito ya que se supone que no había cítricos por entonces en tales latitudes, o por lo menos no se dispone hasta la fecha evidencia de ello, que es muy distinto.

Sea como fuere lo que sí se les concede es el uso de cobre, mucho más eficiente conduciendo electricidad que cualquier mineral. Para justificar la falta de evidencia en el registro arqueológico hay que comprender el valor de los metales y no hay mejor de ejemplo de ello que las columnas de Balbeek, donde algunas han sido picadas para extraer los pernos internos que actuaban como conectores de diferentes tramos de columna.

Y vale la pena señalar un concepto físico: desde cierto punto de vista, todos los materiales son semiconductores y funcionan como diodos que responden a un voltaje de ruptura, no hay en realidad “aislantes”, del mismo modo que no existe el frío en sí mismo, si no que es como definimos la ausencia de calor.

En cualquier, volviendo al tema de las frutas y por lo tanto del electrolito, incluso el agua saturada en sal puede ser cumplir el cometido y el vinagre puede ser un ácido razonable. Luego, podría ser que lo que vemos en el torso de la esfinge y otras partes no sea la erosión natural del entorno sino calcita oxidada.

Y nos ayudaría a explicar algunas cosas, como el hecho de no haber hallado restos de hollín en túneles imposibles de iluminar con espejos, etcétera. De la llamada “lámpara de Dendera” o el omnipresente “pilar de Djed”, cuya estructura recuerda inevitablemente a las cámaras de descarga de la gran pirámide, ya hablaremos en otra ocasión.