miércoles, 23 de marzo de 2016

La gran mentira del dinero

Hace ya algún tiempo el Bank of England publicó un sórdido boletín con el que trataba de apagar algunos fuegos.

Desde la publicación en 2006 del documental Money as debt (El dinero es deuda) algunos rumores habían corrido como la pólvora por ciertos círculos. El documental, sin ofrecer todos los detalles, apuntaba el modo en que los bancos privados se han ido, en pocas palabras, apoderando del mundo: robándonos a todos.

La cuestión despertó la curiosidad de no pocas mentes inquietas. ¿Era tal cosa posible?
Años después, el infame boletín trataba de hacer un gran cortafuegos para enterrar el asunto. El plan era asumir algunos argumentos pero emborronar el fondo de la situación. Las conclusiones que vienen a continuación se desprenden de una reflexión acerca de los hechos expuestos en ese documental y en el modo en que se crea el dinero, pero hasta ahora no se han pronunciado públicamente con todas las letras.

Y al parecer eso es lo que el mencionado boletín trataba de encubrir. Deshagamos el velo.
Los autores, que me imagino deben tener la desfachatez de hacerse llamar economistas, se expresan en los siguientes términos:

 Just as taking out a new loan creates money, the repayment of bank loans destroys money

Fuente: http://www.bankofengland.co.uk/publications/Documents/quarterlybulletin/2014/qb14q102.pdf


 Es decir, admiten la creación de dinero de forma efectiva por parte de la banca privada pero acto seguido afirman que al devolver la deuda, ese dinero se destruye. Ah. Todo arreglado entonces, no es tan grave. ¿Seguro? Veámoslo con más detalle.

Continúan su exposición con un ejemplo de compra a crédito en un supermercado. Muy bien.
Vamos a partir de su misma premisa, que al prestar dinero el banco lo está creando, respaldado por una reserva fraccionaria.

Pongamos una reserva de un 10%, eso significa que un banco para prestarme 100 libras ha de tener en reserva sólamente 10. Las 100 libras las crean cuando yo pido el préstamo. En este caso, cuando pago a crédito en el supermercado.

Me han dejado 100 libras, que no tenían, respaldadas por 10 que sí. Y yo pago las 100 en el supermercado. Esas 100 libras, de nueva creación, están ahora en la cuenta del supermercado. Nadie va a destruir esas 100 libras.

Muy al contrario, cuando yo devuelva esa deuda, ingresaré 100 libras en la cuenta del banco, más intereses. Un banco que, recordermos, al principio de la jugada sólo tenía 10. Ahora tienen 110 libras y los intereses. Milagro.

Simplemente los bancos crean dinero que en última instancia es PARA ELLOS MISMOS. No dejo de preguntarme cómo este pequeño detalle les ha pasado inadvertido a los sesudos especialistas del "prestigioso" Bank of England. Tal vez hayan confundido en su ejemplo una tarjeta de crédito con una de débito. Le puede pasar a cualquiera. Me he expresado en libras para facilitar la comprensión del artículo a economistas británicos.

Lo que se destruye en realidad es un falso apunte contable en negativo que el banco ha anotado en su balance. Ellos apuntan "Me deben 100" y cuando se lo devuelven lo tachan. Y todos en paz.
Lo cierto es que, como hemos visto en el ejemplo, esas 100 libras nunca las tuvieron antes de conceder el préstamo. Y el hecho de que se las anoten como "pérdidas" hasta que se las devuelvan es una real pantomima.

Lo triste del señalado boletín (llegó a titulares) es que, más allá de sus intenciones, es una chapuza infumable. Una vez asumida la premisa, que es correcta, no hay modo de enmascarar las consecuencias obvias que se desprenden.

LA BANCA PRIVADA NO SÓLO CREA DINERO, LO CREA PARA SÍ MISMA.

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